I
Sé que sólo hay algo
que saciará lo voraz del apetito
y la búsqueda constante
Como a un obseso,
me gusta todo
el sonido de espadas
y de pájaros cantando
el olor de las siluetas
desgarran el molde
de lo que no será nuestra vida
La apatía, la desidia
la visión de recuerdos futuros
y llantos secretos.
II
Hoy te vi en sueños
y recordé que existías
las nubes siguieron su danza
y volcaron su ira en el suelo
hoy te vi en sueños
y olvidé tu risa
tu perfume, tu piel
hubiera deseado imaginarte
sin un rostro anónima
hubiera deseado no verte
y no permitir que los sueños,
una vez más,
atormenten la memoria
III
Quizás nunca entiendan
lo sencillo de una mirada
cuando es menos difícil pensar las pulsiones
que se agitan en sargazos
los ojos rebasan
ciegos de luz y deseos
Ignorando lo que pueda atravesar
dejarlos fijos
comprender la infinitud del universo
despreciando lo cotidiano.
IV
Hay algo que no va a salir
y hay algo que no va a entrar
para que seguir demorando
lo inexpugnable el designio
sin más arietes que una voluntad
amedrentada por los éxitos
sin otra estrategia
que la repetición de fórmulas
desconocedoras del fracaso
Hay algo que no va a entrar
y algo que no va a salir
una atmósfera de deseos y fantasías
se disipa en la densidad de un acto
una repetición ensayada al infinito.
V
Soy yo, el coleccionista de llaves,
a despecho de los rendidos
tengo el alma hinchada de muertos
mi corazón clama desesperado a cada puerta
Las noches son iguales
cómplices del retorno
a otros nombres
y a otras vidas
Los días iluminan la rutina
las siestas permiten soñar despierto
y algunas veces
en vigilias de Morfeo
creo encontrar lo que busco
y por un instante
sentirme satisfecho.
Sé que sólo hay algo
que saciará lo voraz del apetito
y la búsqueda constante
Como a un obseso,
me gusta todo
el sonido de espadas
y de pájaros cantando
el olor de las siluetas
desgarran el molde
de lo que no será nuestra vida
La apatía, la desidia
la visión de recuerdos futuros
y llantos secretos.
II
Hoy te vi en sueños
y recordé que existías
las nubes siguieron su danza
y volcaron su ira en el suelo
hoy te vi en sueños
y olvidé tu risa
tu perfume, tu piel
hubiera deseado imaginarte
sin un rostro anónima
hubiera deseado no verte
y no permitir que los sueños,
una vez más,
atormenten la memoria
III
Quizás nunca entiendan
lo sencillo de una mirada
cuando es menos difícil pensar las pulsiones
que se agitan en sargazos
los ojos rebasan
ciegos de luz y deseos
Ignorando lo que pueda atravesar
dejarlos fijos
comprender la infinitud del universo
despreciando lo cotidiano.
IV
Hay algo que no va a salir
y hay algo que no va a entrar
para que seguir demorando
lo inexpugnable el designio
sin más arietes que una voluntad
amedrentada por los éxitos
sin otra estrategia
que la repetición de fórmulas
desconocedoras del fracaso
Hay algo que no va a entrar
y algo que no va a salir
una atmósfera de deseos y fantasías
se disipa en la densidad de un acto
una repetición ensayada al infinito.
V
Soy yo, el coleccionista de llaves,
a despecho de los rendidos
tengo el alma hinchada de muertos
mi corazón clama desesperado a cada puerta
Las noches son iguales
cómplices del retorno
a otros nombres
y a otras vidas
Los días iluminan la rutina
las siestas permiten soñar despierto
y algunas veces
en vigilias de Morfeo
creo encontrar lo que busco
y por un instante
sentirme satisfecho.